LA MORAL EN LAS GRANDES RELIGIONES
“El sentido moral es de
gran importancia. Cuando desaparece de una nación, toda la estructura social va
hacia el derrumbe”. Alexis Carrel (1873-1944) Biólogo y médico
francés. “La moral es lo que hace a uno sentirse bien y lo inmoral es lo
que hace a uno sentirse mal”. Ernesto Hemingway (1896-1961) Escritor estadounidense.
Y El comportamiento
del hombre y de los grupos sociales, está regulado por determinaciones y
actividades, unas de tipo muy moral otras de índole espiritual. Las acciones
que caen en el campo espiritual son las que más influyen en la conducta
personal y colectiva del hombre y del grupo social, entre las que se destacan
la moral y la religión. Pero ¿qué es la moral? No podemos verla ni tocarla como
podríamos hacerlo con un objeto cualquiera, porque la moral es un conjunto de
Facultades del espíritu. Es una virtud que está en nuestra interioridad que
valoriza la rectitud de los actos humanos, conscientes y libres, y que sólo
podemos demostrarla o exhibirla, observando una intachable ajustada a los
principios éticos que demanda y exige la sociedad como ha tocado vivir. Y La
justicia, aplicada por una familia, una tribu, un tribunal, o cualquier grupo
humano organizado, es una demostración fehaciente de que la sociedad concede
una valoración moral a los actos humanos, lo que de por sí constituye un gran
fenómeno social. Y En otro sentido, la moral es la ciencia que enseña las
reglas que deben seguirse para hacer bien y evitar el mal. Tomando en cuenta,
ella constituye uno de los elementos esenciales de todas las religiones, las
cuales se ocupan de sus límites, tratando de definir lo lícito o lo ¡lícito
dentro de cada una de ellas. Y Otra pregunta que obligadamente surge es la
siguiente: ¿Qué es la religión? La Religión está llamada a enseñar al hombre un
conjunto de normas para orientar su conducta y valorar sus actos, por eso sé
afirma que ella constituye el mayor freno para el buen comportamiento del
individuo en la sociedad. La religión, también, es el medio por el cual el
hombre tributa el culto, el amor, el respeto y la reverencia a Dios, como ser
sude la humanidad. La religión es sinónima de fe, piedad, creencia y devoción,
por lo que, junto a la moral tiene una influencia decisiva en la conducta
personal y social del individuo. Y Tanto La religión como la moral, regulan el
comportamiento humano frente a la sociedad y a los semejantes a quienes el
Señor Jesucristo recomienda "amaos los unos a los otros, como yo os he
amado”. Y La rectitud de la moral y la pureza de la religión, son factores
positivos en la oración y dirección de los pueblos para obtener conducta de
integración social de los hombres y de las naciones que forman el mundo ávido
de paz, comprensión.
LA FUNCIÓN MORAL DE LA RELIGIÓN.
Paul Kurtz, plantea:
“Hay sin duda muchas razones para la persistencia de los sistemas de creencias
religiosas. Seguramente de gran significancia es su función moral. Porque
incluso aunque la adoración al Dios Padre o lo trascendental invisible no haya
sido derrotada por la modernidad, las instituciones religiosas retienen otra
función principal. Ellas suministran un sistema de reglas y normas de conducta.
Es verdad que miles de sectas y cultos han sido practicados por una amplia
variedad de grupos socioculturales en el pasado. Es también verdad acerca de
las grandes religiones históricas, las cuales nos proveen con los Diez
Mandamientos, el Sermón de la Montaña, las Virtudes del Corán, el Sendero
Budista de la Rectitud. Los socio biólogos también han sugerido que si grupos
sociales tienen que afrontar la adversidad, entonces ellos necesitan reglas
internas para gobernar su comportamiento: sistemas morales, además tienen
algunos valores adaptativas y aquellos enraizados en la religión ayudan a
santificar su ambiente y aseguran un sentido de obligación y obediencia. Más
aún, sistemas sagrados de reglas morales ayudan a determinar quiénes
sobrevivirán y quienes se reproducirán. Las religiones además no son un simple
sistema de creencias, ellas definen un modo de vida. En ellas yacen normas de
conducta que regulan varias formas de comportamiento. Ellas pueden gobernar la
relación entre los sexos y determinar qué conducta sexual es virtuosa o
pecaminosa. Esto también se aplica a la estructura de la familia, delineando el
rol apropiado del padre, madre e hijos. De la misma manera, operan sobre otras
instituciones sociales complejas, las cuales introducen tabúes y fobias.
Algunas acciones son juzgadas ejemplo de virtud y nobleza, y son recompensados
tanto en esta vida como en la siguiente. Otras son consideradas malvadas e
impermisibles, y quizás puedan ser castigadas con la muerte, excomunión,
exilio, castigos físicos, prisión o desfavoreciéndolas. El significado original
del término moral está relacionado a lo mores, el cual se refiere a las
tradiciones normativas y hábitos de personas que viven y trabajan juntas.
Presumiblemente, aquellos grupos con un sistema bien regulado de conducta que
pasan de generación en generación no tienen que ir inventadas nuevas reglas a
cada momento. Pueden instruir a sus hijos en la moral de los padres, y así
asegurar alguna cohesión y proveer alguna unidad interna necesaria para la
perpetuación del grupo. Aquellos individuos o grupos que no pudieron conformar
el código no sobrevivirían, y de aquí que ellos no podrían trasmitir sus disposiciones
genéticas a futuras generaciones. La moralidad, en este sentido, es además un
método de adaptación, y cuando está unida a la religión adquiere sanción
divina. Hay recompensas y retribuciones divinas, y el amor o temor a Dios
provee los motivos para las obligaciones y deberes morales y obligaciones. La
moral no es una simple confección del hombre, sino que es inspirada
divinamente. Moisés trajo del Monte Sinaí los Mandamientos de Dios para los
Hijos de Israel. Esto suministra una base sagrada para su sistema político
patriarcal, y el divino derecho para gobernarse. Es la unión de la religión y
la moralidad que refuerza el sistema moral, además la moralidad tiene una
profunda función sociológica; provee de un marco de trabajo y el lazo
desintegración que capacita al grupo para preservarse así mismo y sus
funciones. Como los seres humanos son animales sociales capaces de sobrevivir
fuera de una comunidad, la moralidad tiene también una función biogenética.
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